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Lima, Perú, 21 - 22 - 23 abril 2023

“¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?” Lc 24,32

Compartimos con todos nuestra “Fiesta de la Vida” Peruana, anticipada pero acertada ¡porque realmente llegamos a Perú hace 18 años un 23 de abril!
Estos días de encuentro, de alegría, de oración, buscamos que también sean un don para los padres de nuestros jóvenes de Supe, algunos al comienzo del camino, para que ellos también vivan una jornada de retiro y comunión.
Nos juntamos todos, jóvenes, misioneros, Hermanas, niños, padres, todos juntos para celebrar la vida.

El viernes llegaron algunos padres desde lejos, de la Selva, y otros parientes de nuestros jóvenes de Supe, que fueron hospedados en nuestra misión de Villa el Salvador, y también la alegría por la llegada de Don Eugenio, que dio comienzo a estos días de Fiesta con la Santa Misa. Hacía tiempo que solo nos veíamos online, fue un don para todos abrazarnos.

El sábado estuvimos todo el día en Rayo de Luz, se encontraron los padres con los jóvenes y también nuestro amigo el Obispo Padre Paci, muy contento por la invitación, especialmente porque durante muchos años, el sueño de su corazón era la casa para los jóvenes. Por la mañana rezamos el Santo Rosario y luego vimos unos videos de Madre Elvira, subtitulados en español, donde ella, una religiosa joven, hablaba de los pilares de la Comunidad: la oración, el trabajo, la amistad, la compartida, la providencia. Después de cada video, Don Eugenio o alguno de nosotros, hacía una catequesis para ellos, contando lo que había tocado su vida. Había muchos temas y se percibía en los padres necesidad de conocer, de saber más, de escuchar. Escuchar la voz de Madre Elvira y verla fue una gran alegría. En la Santa Misa, Mons. Paci agradeció la invitación y nos recordaba que el Cenacolo es ese signo de Esperanza, de resurrección, de luz que ilumina la vida. Se dirigió a los jóvenes y a las familias, subrayando la importancia de caminar juntos, de ir adelante, de perseverar.

Después de un buen almuerzo, preparado por las cocineras amigas de Supe, rezamos juntos la Coronilla de la Divina Misericordia. Luego, en pequeños grupos, los padres compartieron entre sí y con alguno de nosotros. Siempre es difícil romper el hielo, especialmente para los nuevos, pero luego se abrieron y pudieron compartir, algunos con alegría, otros con lágrimas, otros esperando que el hijo entre o regrese.
Hacia la noche hicimos una bella Adoración todos juntos, Padre Eugenio pasó con Jesús Eucaristía entre nosotros, deteniéndose frente a cada uno para poder pedir sanación y paz, luz, esperanza, y al final nos hizo gritar a todos varias veces: “¡Jesús, te amo!” Fue un momento fuerte de oración que nos dio mucha energía. Especialmente los padres, no dejaban de dar gracias por todo lo que estaban viviendo y compartiendo con la Comunidad, cada día se percibía un poco más de Resurrección en sus ojos.

El domingo también estuvimos en Rayo de Luz para vivir la Fiesta de la casa, además con los amigos, recibiendo a todos con alegría, cantos con gestos, y un bello Rosario. Fue bello volver a ver a los amigos de siempre, siempre disponibles para cocinar, o para el banchetto, para vender los helados, crackers, biscochos, las remeras, el carrito de pop corn, todo en una atmósfera de fiesta. Agradecemos cada gesto de amistad y cada momento de familia que compartimos.

Antes de la Santa Misa, celebrada por Padre Eugenio, vimos un video de la Fiesta del año pasado, en el que Madre Elvira gritaba fuerte: “Nuestro Dios no es un Dios muerto, ausente, es un Dios resucitado, como nosotros, somos una Comunidad de Resucitados, tenemos que decirlo.” La pantalla no era tan grande para poder ver de lejos, pero la voz de Madre Elvira llegaba fuerte y claro, y se veía claramente la emoción en muchos ojos. La Santa Misa fue una verdadera fiesta. Para comenzar, Padre Eugenio nos pidió invocar al Espíritu Santo todos juntos varias veces, porque estamos en el tiempo de Pascua y en espera del Espíritu Santo. Decía que hoy se habla mucho de energía, incluso algunos en nuestras casas dicen que entrando se siente esta energía. Esta energía es el Espíritu Santo, casi visible en nuestras fraternidades. Nos recordaba que estamos aquí para Dios, que no basta hacer las cosas, socialmente, sino que la Comunidad en su pobreza quiere transmitir la fe, para que quien entre en nuestras casas encuentre a Dios, la fe, la esperanza, la verdad de la vida. Es el encuentro con Dios lo que nos empuja, no nos salvamos solos sino que es el encuentro con Dios, que nos viene al encuentro, que nos salva.

Al final de la Misa vivimos un momento de Adoración Eucarística muy fuerte, nadie se movía todos se quedaron frente a Jesús en silencio y oración hasta la bendición Eucarística. Agradecemos al coro por el esfuerzo, la preparación y los ensayos de los cantos que verdaderamente nos ayudaron a vivir bien los momentos de oración durante la Fiesta.

También nuestros misioneros y las Hermanas bailaron para dar alegría a todos. Los tíos y las tías bailaron un baile típico peruano, con ropa típica, muy gracioso, que en estos meses de ensayo les dio la oportunidad a todos de reírse de sí mismos, de confrontarse, de crecer en la amistad, y las hermanas hicieron un baile alegre, con ritmo latinoamericano, el texto de la canción hablaba de la Divina Providencia y el amor de Dios.
Luego de un buen almuerzo servido por nuestros jóvenes, era bello ver a los amigos en el verde de Rayo de Luz, conversando, saludándose y agradeciendo por la bella jornada pasada juntos, especialmente por los momentos de oración.

La fiesta finalizó con algunos testimonios y un video de las tres casas de Perú. Fue realizado para dar a conocer más a fondo nuestra vida, en el cotidiano y contemplar que el Carisma de la Comunidad vive y se mueve de manera diversa y original en nuestras casas y misiones cada día,

Agradecemos al Señor por estos días compartidos, por el SÍ de Madre Elvira. Gracias a ella estamos también aquí para testimoniar con nuestras vidas que Jesús está resucitado y que lo hemos visto.

Gracias por sus oraciones y por sentirnos tan unidos a ustedes…caminamos juntos en espera del Espíritu Santo.

Los Misioneros, jóvenes, familia, Hermanas y niños del Perú

 

FIESTA