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VISITA DE HUGO A CHILE |
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Santiago, Chile, 31 de marzo de 2023
Martes 21 de marzo a las 00:04 aterriza el avión que nos trajo a Hugo desde Lima, visita muy esperada por nosotros para dar un fuerte impulso en nuestro camino de traer Comunidad Cenacolo a Chile.
Ese martes partió su trabajo, primero participamos de la Santa Misa para luego visitar la Fundación Misericordia, Fundación ubicada en una de las comunas más pobres de Santiago donde existe además de pobreza mucha droga y alcohol, Fundación de misioneros franceses dirigida por Romain que donan años de su vida para ayudar a los niños en sus tareas escolares, enseñarles a conocer a Dios, prepararlos para recibir los sacramentos, haciendo también talleres para los padres, y hoy están empeñados en abrir una casa para rescatar chicos de las adicciones. Hugo les dio un gran testimonio y les enseñó lo que es la Comunidad, Madre Elvira, nuestro carisma, el camino que recorren chicos y chicas para pasar de las tinieblas a la luz, les trasmitió sus conocimientos aconsejándoles la mejor forma de dirigir esa casa, cuáles son los pilares de la Comunidad, la experiencia de los responsables y el camino a seguir para obtener éxito en esa linda misión.
Miércoles 22 de marzo lo iniciamos con una peregrinación al Santuario de Santa Teresa de Los Andes junto con el padre Cristóbal donde conoció el Mausoleo de la primera santa chilena ubicado en la localidad de Los Andes a una hora de Santiago, participamos de la Santa Misa y encomendamos a Santa Teresa interceda ante El Señor para que pronto tengamos una casa en Chile.
Por la tarde tuvimos un encuentro con jóvenes y personas de la Fundación de La Divina Misericordia en el centro antiguo de Santiago. Encuentro muy bonito, contamos con la participación de Juvani Troncoso que viajó desde Concepción, ciudad ubicada a 500 kms. Al sur de Santiago para participar en el encuentro. Yuly (como le decimos) hizo el camino en la Comunidad y tuvo la oportunidad de conocer a Hugo en Lima, ella nos acompañó en todas las actividades en adelante. Hugo nos dio un gigante testimonio de su camino desde su inicio antes de entrar en la Comunidad, su experiencia con Madre Elvira y su apostolado en los 17 años que lleva caminando, también Juvani compartió su testimonio, contándonos que desde que salió de la Comunidad esta fue la primera vez que compartía su experiencia con alguien, también para ella el encuentro con Hugo fue un reencontrarse no solo con la Comunidad sino también fue un reencuentro con el Señor. Al finalizar tuvimos una pequeña compartida donde el fruto se vio de inmediato, varios empezaron a trabajar en nuestra tarea de dar a conocer Comunidad Cenacolo en Chile.
Jueves 23 después de la Santa Misa tuvimos una reunión almuerzo con 2 sacerdotes de la Comunidad San Carlos de Borromeo, donde Hugo les dio a conocer en detalle que es Comunidad Cenacolo, quién es Madre Elvira, qué la movió para fundar esta maravillosa obra, fue una reunión profunda con muchas preguntas y con un resultado inmediato, uno de los sacerdotes ya tenía la inquietud por la Comunidad y esto fue un baño de conocimiento donde se empapó de la Comunidad y pronto lo veremos haciendo experiencia en algún lugar para luego trabajar con fuerza para traer la Comunidad a Chile.
Por la tarde tuvimos otro encuentro donde Hugo compartió y nos enseñó del camino en Comunidad, con un grupo que estamos trabajando para dar a conocer Comunidad Cenacolo a través de afiches y folletos que se distribuyen en las distintas comunas de Santiago, tanto en parroquias como en centros de salud, también asistieron a este encuentro los 2 sacerdotes de nuestro almuerzo y el padre Cristóbal, Hugo nuevamente explicó con mucha fuerza que es Comunidad Cenacolo, la misión, el carisma y los pilares que son los que permiten hacer de esta “Escuela de vida” el renacer de tantos jóvenes, aquí surgieron muchas preguntas y mucho interés de empaparse de este carisma.
Viernes 24 a las 10:00 tuvimos un último encuentro con algunas señoras que también querían conocer la Comunidad y trabajar para traer la Comunidad a Chile.
Después de este encuentro almorzamos rápidamente y partimos junto a Yuly en dirección al aeropuerto rezando el Santo Rosario para despedir a Hugo. Fue el adiós a un amigo, un amigo que nos regaló mucho, no solamente nos regaló su tiempo, su conocimiento sino también nos regaló su amistad, su espiritualidad y el conocer la entrega de Hugo al servicio de Dios. Solo me queda decir “Gracias” Señor por el regalo de haber tenido a Hugo entre nosotros!