LA PASCUA DE LAS HERMANAS DE PAGNO

 


suoreACasa de Formación, Pagno
S. Pascua, 17 de abril 2022

“¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? ¡No está aquí; ha resucitado!” (Lc 24,5)

¡Buen día Espíritu Santo, buen día vida mía, gracias, Jesús, por el don de la vida!

El sábado a la mañana, frente a la ventana de Madre Elvira, sor Claudia nos cortó el cabello a las novicias, mientras las demás hermanas cantaban. Fue un momento bello y agradecemos a Dios de tener a la Madre con nosotras.

El domingo a la mañana aquí, en la Casa de Formación, se respiraba un aire de alegría y de fiesta. Además de la celebración de la Santa Pascua, hoy durante la Santa Misa recibiremos el velo.

Todas corríamos y nos empeñábamos en los preparativos, se sentía unidad y paz.

A las 10 comienza la Celebración Eucarística, luego de la proclamación del Evangelio, sor Claudia nos llama por el nombre, respondemos “Eccomi” y corremos hacia el altar. Sigue la bendición de los velos, nos arrodillamos y sor Claudia nos lo entrega. Rezamos el Suspice. Este nuevo paso nos embarga de emoción, es un signo más visible de nuestra pertenencia a Dios. A partir de hoy no habrá ninguna diferencia externa entre nosotras y las hermanas que ya profesaron.

Nos lo ponemos mientras que las hermanas cantan “Rivestiti de Luce…”entonces le dirigimos un saludo a Madre Elvira, le agradecemos por su “Sí” y por la entrega de su vida, porque gracias a ella nosotras podemos dar este paso hoy. Luego seguimos con la Santa Misa.suoreB

Cuando terminó sacamos algunas fotos en el salón y afuera. El almuerzo fue preparado por las hermanas, las mesas fueron adornadas y debajo de cada plato había un empeño para mantener. Es bello ver cómo todas se superan, sonrientes y en familia.

Por la tarde salimos, caminamos y jugamos un poco juntas: un bello momento de sencillez y alegría.

Las sorpresas no terminaban y después de la cena las hermanas nos mostraron el video que habían hecho como regalo por nuestro paso tan importante. Entonces entendí porqué los días previos habíamos filmado cantando, saltando, corriendo, sonriendo… ¡no habíamos sospechado nada! ¡Gracias!

Fue un día pleno, rico en emociones, que nos llenó el corazón de mucha alegría, deseos de seguir caminando y ganas de decirle a todos: “¡He visto al Señor! ¡Ha Resucitado!”

El lunes a la noche, después de la cena fue la última sorpresa: nos conectamos por meet con todas las hermanas en las misiones. También compartimos con ellas la alegría por este nuevo paso.

Les agradecemos porque nos reciben en esta familia de las Hermanas Misioneras de la Resurrección y por su “Sí” que nos precedió en el camino.

Agradecemos a la Comunidad y a nuestra Madre Elvira porque nos recibió.

                                                           Rosa, Marie, Sarah

 

NOV 7