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AGUA EN PARAGUAY |
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Fraternidad “San Miguel Arcángel”, Paraguay
Abril 2021
Queremos contarles la historia del nuevo pozo artesanal de nuestra casa, estamos muy agradecidos y sorprendidos por esta gran Providencia de Dios. Después de haber rezado, confiado y esperado, por este momento.
Fueron dos años y medio que esperamos en los que sucedieron muchas cosas. Cuando recién llegamos a abrir la casa pasamos muchas dificultades porque no había agua suficiente para regar las plantas y la huerta. Recuerdo que teníamos un tanque viejo de cinco mil litros y nosotros gastábamos más de esa cantidad y siempre nos quedábamos sin agua. Recuerdo que muchas veces no podíamos regar la huerta porque nos quedábamos sin agua para bañarnos o para cocinar.
En Paraguay el calor es muy fuerte, sobre todo en verano, el sol quema las plantas y la huerta sufre mucho. Nuestros vecinos de la comunidad “Jesús Misericordioso” nos ayudaban con Providencia de agua, hicimos una conexión para traer agua de los tanques de ellos que tienen veinte mil litros. Aunque ellos empezaron a tener dificultades porque nosotros les gastábamos mucha agua.
El jardín, la huerta, los animales necesitan mucha agua porque el calor es muy fuerte. Hubo días que nos quedábamos sin agua y teníamos que ir a buscarla con baldes , fue difícil.
Me hacía acordar a la fraternidad “El Señor de los Milagros”, de Perú, donde en muchas oportunidades quedábamos sin agua. Nos bañábamos en el río, lo que era muy incómodo.
Es muy difícil superar quedarse sin agua y es una experiencia que ayuda a crecer mucho. Agradezco a Dios por esa dificultad y por la lucha. Soy de los que vinieron con el primer grupo para abrir la casa, hemos caminado mucho, con esfuerzo, con trabajo…y uno de esos trabajos fue hacer el pozo para el agua.
Es gratificante ver que después de dos años y medio de lucha y espera, por fin tenemos nuestra agua. Son catorce mil litros de agua por hora. Es más que suficiente.
Hace tres día llegó el Padre Arthur a nuestra casa para bendecir el pozo y también a nosotros. Ese día cantamos, bailamos, comimos dulces, compartimos con tereré y tuvimos la Santa Misa. Fue un lindo día de fiesta.
¡Agua en casa! ¡Qué Providencia! ¡Gracias Jesús!
Gianfranco y todos los hermanos de Paraguay
