8 de MARZO...¡FELICIDADES MADRE!!

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El 1° de marzo de 1956 nuestra amada Madre Elvira entraba al convento. Tenía 19 años y lo contó muchas veces ella misma: a la mañana temprano, sin hacer ruido salió de la casa para ir a tomar el tren que la llevaría a Borgaro donde las “Hermanas de la Caridad de Santa Juana Antida Touret” tenían el noviciado.

Mama Concetta la había escuchado y la siguió hasta la estación, casi para frenarla, porque Rita, la futura sor Elvira, era una joven luminosa y servicial y, con papá Antonio que tenía el vicio de beber y la familia numerosa, su presencia en casa era un don.grazie

La mamá la alcanzó y Rita le dijo: “No te preocupes, soy feliz”.

Cuando Elvira nos contaba este episodio, se notaba que estaba disgustada por no haber entendido en ese momento el dolor de su madre, pero después agregaba: “Yo no sabía ni siquiera lo que significaba “hacerse monja”, solo sentía mucha alegría en el corazón, un amor por todos que no lograba contener.”

El 8 de marzo es un gran día porque en esa alegría, en ese amor, ya estábamos todos nosotros: En ese tren, hace 65 años, subimos todos: los jóvenes, los niños, las familias, los consagrados, padres, amigos…toda esta gran familia que es hoy la Comunidad Cenacolo.

Entonces, el 8 de marzo es una gran fiesta, querida Madre Elvira, y con mucha gratitud festejamos tu “sí” a Dios. Ese “Aquí estoy” lo dijiste con coraje y sin hacer ruido, y desde ese momento no has dejado de dar vida.

Una vez dijiste: “Me siento embarazada todos los días”, y es cierto, todos hemos nacido de tu corazón, querida Madre, y nunca dejaste de señalarnos Ese Corazón, el Único en el que el corazón del hombre encuentra la paz.

Agradecemos a la Virgen María. Cuando tenías 12 años le has susurrado: “Dile a Jesús que me llame” y la Virgen lo hizo. Te tomó de la mano y desde ese momento nunca dejó de mirarte, de sonreírte, de hablarte.

Sólo gracias, Madre, gracias por todo y por siempre y con una sola alma y un solo corazón hoy bailamos, decimos, anunciamos, cantamos: “¡Gracias, Padre, por la Madre que pensaste para nosotros!”