Y el Desierto Floreció... |
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Hualarica, Supe Perú
Septiembre 2020
“El desierto florecerá,” es la frase que nos acompaña desde los primeros pasos de nuestra fraternidad. Lejana de la ciudad, en un terreno que a la primera impresión hace surgir pensamientos y dudas, principalmente hace surgir la incertidumbre en nuestro corazón.
Los primeros pasos fueron muy duros, exigentes. No solo que no se podía sembrar ni plantar nada, también los animales se enfermaban por el fuerte viento de la región. La falta de agua fue una gran dificultad en la casa. Dios sabía por qué nos puso en esos apuros.
Y Dios habló muchas veces a través de la Providencia. En un lugar con muchas carencias, no nos hizo faltar nada. En un desierto donde no había nada, hoy florecen nuevas esperanzas de vida. La Comunidad Cenacolo comenzaba a erigirse – levantarse en pequeñas habitaciones de madera y unas pocas construcciones de ladrillos, que hoy hacen de la casa “El Señor de los Milagros” una fraternidad sólida que está dando muchos frutos.
Contamos con una gran cantidad y variedad de animales típicos de Perú, como el chanchito de Indias que es muy saludable y alimenticio. Pudimos hacer grandes producciones de maíz (choclos) ,y tomate, entre otras verduras, en la huerta que está en el frente de la casa.
Hoy, gracias a Dios, a la Providencia y a las personas que nos acompañaron con sus oraciones, tenemos el pozo de agua, de 90 metros de profundidad con agua potable sin ningún riesgo para el consumo.
Agradecemos al grupo de las familias y a todos los amigos que hicieron posible esta historia, a Monseñor Adriano Tomassi y al pueblo de Hualarica, nuestros queridos vecinos. Agradecemos a Madre Elvira y a la Comunidad por confiar, rezar y creer que Supe podía ser una bella realidad.
Dios está haciendo una gran obra, donde sólo había arena hoy renacen nuevas vidas.
Gracias a la Providencia, a Nuestra Señora que nos acompaña siempre, y a nuestro santo patrón , “El Señor de los Milagros”.
Hoy sin ninguna duda, podemos decir que el desierto floreció, tal vez no como un gran campo de flores sino que los que florecen son nuestros corazones, con grandes signos de luz, amor y esperanza. Gracias,
Los jóvenes de Supe
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