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Testimonios de Argentina |
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Tiempo de Cuaresma, abril 2020
Algunos testimonios de las chicas de la fraternidad argentina de Villa Rosa 
CRISTINA: “Esta Cuaresma es muy fuerte para mí. Cada día me encuentro más pobre y más necesitada del Salvador. Entre mis luchas personales y el sufrimiento del mundo por el coronavirus estoy aprendiendo a tener confianza y esperanza, aún donde es muy difícil verla. Sé que el Señor nos puede ayudar en este momento difícil,lo que me impulsa a confiar más en Él. Creo que con la Pascua arribará la Luz.”
MAGALI: “Me llamo Magalí y este tiempo de Cuaresma es una gran Providencia para mí. Me hace ver más claramente el sufrimiento de Jesús y al mismo tiempo, puedo sentir una pequeña parte de lo que Él sufrió. En este tiempo de Coronavirus siento que debo confiar completamente en la Misericordia del Padre para llegar a la conversión, dejando todos mis sufrimientos, mis miedos y desesperación en las manos de Jesús. Tengo plena confianza en la Luz de Cristo, y también, acercándome más a las hermanas y estando más presente en la casa, siento su presencia porque a través de ellas siento y vivo Su amor y Su protección. Espero el momento de su Resurrección para resurgir nosotras junto con Él.”
MONICA: “Me llamo Mónica y aquí en Argentina estamos en cuarentena hace unas semanas. De todos modos, nuestra vida fraterna continúa más o menos igual. Tratamos de vivir este momento difícil como nos enseña Madre Elvira: de rodillas y sintiendo que la oración es nuestra fuerza. Este tiempo de sufrimiento también nos une mucho como casa, y la fe de cada una de nosotras es luz y esperanza para las demás. En estos días de sacrificio, en los que no podemos recibir la comunión, redescubro que gran don es poder hacer la Adoración Eucarística todos los días. En este tiempo en que no podemos recibir visitas, es bello crecer en la confianza en Dios, que es Padre y provee para nosotras de un modo u otro; no nos falta nada. Nos sentimos parte de la familia del Cenacolo, que aunque lejos, nos sentimos unidas y cerca espiritualmente. Esperamos con esperanza la Pascua para vivir la resurrección de nuestros corazones y rezamos para que lleve mucha luz y paz en el mundo.”
VALENTINA: “Este año desde el comienzo de la Cuaresma tenía el deseo de vivirla más fuerte. Las pequeñas renuncias personales, la oración unidas, me ayudan a vivirla más profundamente y, a través del sufrimiento cotidiano, me doy cuenta cuánto Jesús sufrió por mí primero y puedo ofrecerle a Él este tiempo de renuncia. Este momento difícil de la cuarentena me hace crecer en la unidad y la amistad entre nosotras. Me doy cuenta que vivimos fuerte la oración en casa y cada vez confío más en Él. Agradezco este tiempo difícil y agradezco a la Comunidad que me está enseñando a separarme de lo material para dar espacio a la amistad, a la fe y a la confianza en el Señor.”
ELISA: “Espero siempre la Cuaresma con mucha vida y gran deseo en el corazón. Sé que habitualmente es un “tiempo fuerte”, un camino a veces difícil de verdad y de ayuno que nos lleva a cambiar. Este año lo siento más aún: el ayuno de Él, no poder encontrar Su Misericordia, las preocupaciones y a veces la poca providencia, me están ayudando a confiar totalmente en Dios. Dedicar más tiempo a la oración personal o en grupo, nos ayuda a todas a estar con paz y da serenidad en el corazón. Compartimos la Santa Misa conectados con Italia, y me hace sentirme parte de esta gran familia, unida en un momento tan difícil. Gracias Señor porque me llamas a dar cada vez más, a crecer en sensibilidad y empatía con los demás.”
AMANDA: “En este tiempo de Cuaresma me siento más cerca de Jesús. Veo que me hace muy bien rezar y confiar en Él y en todo lo que prepara para mí cada día. Al comienzo vivía con preocupación la emergencia sanitaria del coronavirus, pero rezando comprendí que debemos confiar en Jesús y eso me está ayudando mucho. Me siento muy cercana a las chicas porque el compartir juntas este periodo de fatiga nos está haciendo crecer en la unidad y la amistad.”