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Primer año de la Fraternidad “San Miguel Arcangel” |
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Fraternidad “San Miguel Arcangel”
29 septiembre 2019
Y llegó el primer año de la Fraternidad “San Miguel Arcangel”, una casa en Paraguay, parecía un sueño, pero luego de 6 años de oración de los misioneros Paola, Gustavo y muchos otros, el encuentro y la amistad del Monseñor Edmundo Valenzuela, el SI de Madre Elvira y Padre Stefano, la construcción de la casa, la llegada de los 12 primeros jóvenes, de Italia, Brasil, Argentina, Perú y Paraguay, y paso un año, que solo nos demuestra que Dios es bueno con nosotros, que nos ama inmensamente, que su misericordia es infinita.
Paraguay les dio la bienvenida tan calurosamente, como el clima de Aregúa, creando el ambiente propicio para festejar la vida, en la casa se vivía un aire primaveral, llena de flores de estación, la Fraternidad estaba reluciente. Llegaron las familias de Argentina, Perú, Brasil, de Italia y por supuesto numerosas familias de Paraguay, algunos de ellos esperando con ansias el primer encuentro con sus hijos, jóvenes renacidos, primeros frutos de la Fraternidad “San Miguel Arcangel”.
Se inició con la bienvenida de los jóvenes, bailando con gestos con mucho entusiasmo, invitando a las familias a danzar junto con ellos, luego un momento de catequesis, seguido del almuerzo comunitario, bullicioso, y con abundancia en el compartir, en familia, entre amigos, y hermanos de comunidad.
Seguido del rezo del rosario y la adoración al Santísimo, en medio de la naturaleza, un momento en el que se podía sentir la fuerza del Espíritu Santo obrando en padres e hijos, entre hermanos, pidiendo perdón, y dando gracias, por ésta vida nueva.
Coincidiendo con la Fiesta de la Vida, se realizó la bendición de la nueva Capilla, construida por los propios jóvenes, con la ayuda de amigos incondicionales. La celebración fue realizada por el Monseñor Edmundo, acompañado por Don Eugenio y varios sacerdotes, amigos de la Comunidad; el Monseñor relató su experiencia con la Comunidad, con su visita a la “Fiesta de la Vida” de Pilar Argentina en diciembre de 2016, su visita a Saluzzo a pedir a Madre Elvira una casa de la Comunidad Cenáculo para Paraguay, la inauguración de la casa, y ahora el festejo por el primer año.
Al término de la Misa se realizó una bendición especial a los 8 jóvenes y una misionera todos paraguayos, venidos de las fraternidades de Argentina y Brasil, que partían a sus hogares para la experiencia de la “verifica”.
Luego disfrutamos del “Recital” de resurrección, preparado por los jóvenes de “San Miguel Arcangel”, se inició escuchando las palabras de Madre Elvira, que nos decía: “No dejemos pasar a Jesús en vano”.
Y con el atardecer, llegaron los cantos y bailes de los jóvenes resucitados, seguidos por todos los presentes, la gracia de Dios, su amor era tan palpable, se vivía, se apreciaba en cada joven, en cada familia, en cada niño bailando con alegría, coreando todos “Dios existe y yo lo he encontrado”.
Gracias Madre Elvira, ¡Dios existe! y gracias a la Comunidad Cenáculo ¡lo hemos encontrado!
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