Oración a Santo Domingo de Guzmán

Oh glorioso Santo Domingo,

ejemplo de penitencia, castidad y verdadero amor,

concédenos la gracia de custodiar la pureza del corazón

con profunda sensibilidad de vida nueva.

Tú, que encendido en el fuego de Dios,

fuiste un hombre de oración

capaz de una íntima unión con Dios,

concédenos ser fieles en la oración cotidiana, verdadero alimento.

Tú que predicaste con perseverancia el Evangelio

y fundaste la Orden de los Predicadores

para la salvación de las almas,

y defensa de la fe verdadera,

ruega por nosotros,

para que podamos amar sinceramente a nuestros hermanos

y guiarlos a la salvación.

Tú que nos enseñaste la oración del Santo Rosario,

ayúdanos a rezarlo bien, para caminar con María

cada día al encuentro de su hijo Jesús.


¡Santo Domingo de Guzman,

ruega por nosotros!