En Nuestro Corazón...

                                                   ...LA ADORACION EUCARÍSTICA

 

El origen de nuestra historia

La historia y el camino de nuestra Comunidad están estrechamente unidos a la fuerza que nace de la presencia de Jesús Eucaristía en todas nuestras casas.

Desde el principio, en la primera capillita de la Casa Madre, en Saluzzo, este don silencioso pero tan potente fue el corazón de nuestros días y de nuestra vida fraterna.

Corpus Don Andrea ado3Es frente a la Eucaristía, en especial en la adoración personal y silenciosa de los jóvenes, vivida fuera del horario comunitario de oración y de trabajo, o sea a la mañana temprano o en el medio de la noche, que muchos jóvenes que han pasado por la Comunidad en estos años, cambiaron su vida y encontraron a Jesús vivo.

Es también la experiencia “impresionante” de jóvenes que entran a la Comunidad y van a la capilla por primera vez, y ven 20, 30, 40 jóvenes, que antes estaban en la calle y ahora están arrodillados delante del Pan de la Vida mientras rezan el Rosario o que en la adoración comunitaria hablan con Jesús con espontaneidad, como a un amigo.

Sea como sea, desde el comienzo los jóvenes se sienten tocados –aunque todavía no creen- por esa presencia que un poco asusta, es algo extraña y misteriosa. Luego los hermanos lo ayudan dándole el empeño de ir a la capilla diez minutos antes de irse a dormir, para reflexionar sobre cómo fue su día, o quizá que vaya temprano por la mañana, para entregar el día a quien los hermanos le dicen que es Jesús.

El joven prueba, se confía y se da cuenta de que comienza a estar mejor, que si no lo hace a su día le falta algo.CORPUS  ADO7

La experiencia de la Adoración Eucarística que se realiza en la Comunidad es simplemente: práctica. El joven se da cuenta de que se habla con ese “pedazo de pan” como con un amigo, abre el libro de su vida y pide ayuda. Algo cambia dentro de él y se ven los frutos en su vida cotidiana. Estaba lleno de rabia hacia su familia y comienza a perdonar; no podía callarse frente a una provocación y aprende a hacer silencio y a tener más paz en el corazón; los recuerdos del pasado aún lo “mordían”, haciéndolo sufrir y al rezar bien se siente más fuerte contra la tentación del mal.

Poco a poco aprende que ese momento frente a Jesús es el más importante de su jornada ¡y que si se reza bien, se vive bien! De la calidad de la oración depende la serenidad de la vida.

Es el secreto del método, algunos lo llaman “terapia”, que Madre Elvira les propone a los jóvenes y a todos: la oración frente a la Eucaristía que cambia nuestro corazón.

Por este motivo cuando se abre una nueva fraternidad ya es tradición que el primer lugar que se prepare sea la capilla: el primero a quien se recibe es a Jesús y Él acoge a los demás. Sin Él falta el corazón de la Comunidad. Puede ser que todavía no esté la cocina, el comedor, que los cuartos estén hechos pedazos, pero la capilla debe estar, es el lugar indispensable. Se puede estar bien aunque se coma de pie o aunque se duerma en el piso, pero sin Jesús no se vive bien. Madre Elvira le pide de rodillas al Obispo de la Diócesis donde se abre una casa solo una cosa: que permita este don que es la base, el fundamento del camino de reconstrucción de la vida. Con mucha alegría, en todas nuestras CORPUS  ado5Comunidades está Jesús Eucaristía gracias al “sí” de los Pastores de la Iglesia.

También hay muchas otras etapas del desarrollo de la Comunidad ligadas a la Eucaristía: en enero de 1991, para el cumpleaños de Madre Elvira, comenzó el “regalo” de la adoración perpetua, que continúa hasta hoy. A cualquier hora del día o de la noche, en alguna fraternidad nuestra en el mundo, hay dos jóvenes delante de Jesús. Esto marcó un “cambio de rumbo” en la historia de la Comunidad: se han multiplicado los jóvenes que llegan de todos los países, aún conociendo nuestra propuesta exigente; se han abierto las “misiones”, nacieron las primeras vocaciones de familias consagradas, los hermanos y las hermanas consagrados.

Luego, los mismos chicos decidieron que los sábados, de las dos a las tres de la madrugada, en plena noche, se reunirían todos en la capilla para hacer una hora de adoración comunitaria rezando por los jóvenes que en ese momento se equivocan eligiendo los placeres ilusorios del mundo. Ellos, que eran especialistas de la oscuridad, hoy se arrodillan para que la luz de Jesús ilumine la noche del corazón de tantos “extraviados”. Así surgieron los “primeros sábados” del mes, donde jóvenes de todos lados se reúnen en una fraternidad para vivir una noche de oración delante de la Eucaristía, viven la alegría de estar juntos delante de Jesús abriendo el corazón a Su Misericordia.

Estos son los “milagros eucarísticos” que vivimos y experimentamos, que tocamos con la mano cada día en la historia de la Comunidad

¡Verdaderamente, donde la adoración eucarística está viva, renace la vida!