Carta desde Filipinas

FILIPPINEart0Fraternidad "Tierra Prometida", Filipinas
Tiempo de Cuaresma 2020

Esta primera Cuaresma en nuestra fraternidad “Tierra Prometida” en Filipinas comenzó con el don de la visita de Don Andrea y Don Marco: su llegada fue una bellísima Providencia para todos nosotros
ya que nos permitió sumergirnos en este tiempo fuerte de la liturgia y del camino comunitario. ¡Les agradecemos por su experiencia, la alegría y la paz que nos transmitieron!

Además de las varias renuncias, hemos insistido mucho en el sentido profundo y la importancia de la oración. Así, cada novena daba más importancia a determinados momentos y decidimos comenzar cada día compartiendo el Evangelio en pequeños grupos. Este empeño nos ayudó a conectar más la Sagrada Escritura con nuestra vida y dejar espacio para que el Señor nos hable.

Tenemos muchos trabajos para terminar, pero igual también “ofrecimos” media hora del tiempo de trabajo para rezar los misterios dolorosos del santo Rosario, que generalmente rezamos en los diversos lugares de trabajo. Además cada tarde, a las 15, nos detenemos para rezar la Coronilla de la Divina Misericordia.FILIPPINEart1

Por la noche concluimos con un momento de adoración y agradecimiento por lo que hemos vivido en la jornada, especialmente todos los momentos en los que el Señor nos sostuvo en momentos difíciles. También rezamos con más intensidad el Via Crucis: lo rezamos durante nueve días y revivimos la Pasión de Jesús, permitiéndonos reflexionar más y meditar con el Señor.

Nosotros también estamos en “cuarentena” por el Coronavirus, por eso sentimos más la importancia de tener el Padre Adrián en casa: es un gran don tener un sacerdote todos los días, una gran “Providencia espiritual” en este tiempo de Cuaresma. Además de la celebración de la Misa y de las confesiones, nos ayuda mucho su experiencia en la misión de Liberia vivida en la emergencia del ébola hace unos años.

En este tiempo particular, la Providencia también nos sorprende haciéndose presente: entre Padre Adrián que nos ayuda con las varias necesidades de la fraternidad y los amigos, que a pesar del poco tiempo que hace que estamos, traen verdura, fruta o materiales que sirven para la casa. Se preocupan por nosotros, nos dan buenos consejos, haciéndonos sentir su amistad a la “distancia”.

FILIPPINEart2En fin, este momento de clausura nos permite reforzar nuestra fe y crecer cada vez más en nuestra confianza en el Señor. No saber lo que está sucediendo en el mundo nos ayuda a confiar más en la oración, encomendando todas nuestras dudas para encontrar esa paz que solo Dios puede dar.

Así, este tiempo de Cuaresma es el momento para ver todas las gracias que nos hace el Señor, su sostén en el cansancio, su perdón en nuestras vidas: estamos viviendo un momento especial para comprometernos más y dar gracias por todo lo que el Señor hizo por nosotros a través de la gran familia de la Comunidad.

Unidos en la oración!

Vuestros hermanos de Filipinas