PAPA FRANCISCO EN LORETO

Loreto   Papa   737d48f6d5f822bbc555bb9a68dd1c69 BANNERloreto

Loreto Papa   hermanasPeregrinación del Santo Padre Francisco al Santuario de Loreto
Lunes 25 de marzo 2019
Solemnidad de la Anunciación

“Un solo corazón y una sola alma” (Hech, 2, 42-48)

“Buen día Espíritu Santo, buen día vida mía, gracias Jesús por el don del Papa Francisco y de las Hermanas Misioneras de la Resurrección.”

Papa Francisco… contigo y con María recibimos al Señor en la Santa Casa. Jornada histórica el 25 marzo 2019 (solemnidad de la Anunciación), para la ciudad de Loreto y también para nosotras las hermanas que tuvimos el don de participar en la visita del Santo Padre, nuestro querido Papa Francisco, peregrino entre peregrinos, en la Santa Casa de Nazaret. Fue una sorpresa muy agradable.

El domingo a la noche, mientras estábamos cenando nos comunicaron que las hermanas que harían sus votos perpetuos, iríamos acompañadas por el P. Stefano para darle una sorpresa a los Siervos por Amor (los jóvenes que ya tienen un camino en la Comunidad) que ya habían partido hacia Loreto. Loreto   Papa  DSC3106

Además para nosotras la Solemnidad de la Anunciación es una fecha especial porque hace 9 años –el 25 de marzo de 2010- nuestra Madre Elvira nos había anunciado junto con el Obispo de ese momento, Mons. Guerrini, que ya no seríamos llamadas “hermanas del Cenacolo” o “hermanas de Madre Elvira” sino con el nombre de “Hermanas Misioneras de la Resurrección”. Recibimos con mucha alegría la invitación de la Virgen para seguirla al lugar donde ella dijo su “SÍ”.

Viajamos buena parte de la noche para alcanzar a los jóvenes que ya estaban en viaje, y así bien temprano, todos juntos fuimos a la Basílica acompañando nuestro caminar en pequeños grupos rezando el Rosario.

El Papa Francisco llegó en helicóptero y lo acompañaron a la Santa Casa donde celebró la Santa Misa. Nosotros la seguimos con atención desde la plaza que tenía pantallas gigantes.

El Papa vino a Loreto, como él mismo lo dijo para firmar la Exhortación Apostólica fruto del Sínodo de los jóvenes, titulada “Christus vivit - Cristo vive” porque la Santa Casa es la casa de los jóvenes, allí la Virgen María, la joven llena de gracia, sigue hablando a las nuevas generaciones, acompañando a cada uno en la búsqueda de su vocación.

Vimos a nuestro Papa probado bajo el peso de la cruz que su propio ministerio comporta pero no por eso perdió su sonrisa espontánea.
Lo vimos particularmente alegre y sereno al saludar a los enfermos en la basílica.
Luego saludó a muchas personas y también a dos de nuestros jóvenes, Rafael y Francisco.

P. Stefano tuvo la intuición de pedirle al Papa la bendición del escapulario y del rosario que madre Elvira siempre usa. Así, nuestros jóvenes le dieron al Papa los saludos de toda la Comunidad Cenacolo y especialmente de Madre Elvira. Desde las pantallas de la plaza vimos al Papa feliz de recibirlos, bendecir a Madre Elvira y a toda la Comunidad.

Loreto   Papa   art2Luego Papa Francisco se dirigió a todos los peregrinos que estaban en la plaza y  les agradeció tan calurosa bienvenida.
Al final de su discurso exhortó a todos los creyentes a una misión para este tiempo: “llevar el evangelio de la paz y de la vida a nuestros contemporáneos, a menudo distraídos por los intereses terrenos o inmersos en un clima de aridez espiritual. Se necesitan personas sencillas y sabias, humildes y valientes, pobres y generosos.”

En el Angelus nos dimos cuenta del cansancio físico y del peso que nuestro queridísimo Papa Francisco lleva en este período de su ministerio.
Nos hizo bien darnos cuenta de la fatiga humana que el Santo Padre está viviendo para dar gracias a Dios por el coraje, la fuerza y la presencia constante del Espíritu Santo que lo alienta y lo anima a seguir adelante, siguiendo la radicalidad del Evangelio y los pasos de Cristo. Desde hoy nuestra oración será más autentica y concreta.

Finalmente, después del Ángelus, el momento más esperado, Papa Francisco en un pequeño auto descubierto totalmente y elevado dio dos vueltas alrededor de la plaza, así todos lo pudimos ver de cerca. A pesar del cansancio, que se veía en el aspecto humano, mirándolo con los ojos de la fe vimos un Papa radiante y bellísimo, para decirlo con las palabras de Santa Catalina “el dulce Cristo en la tierra”.

Regresamos a la fraternidad de Loreto llenos de alegría y paz, los jóvenes de la casa con la ayuda infaltable de los padres habían preparado un muy buen almuerzo para todos…más de 150 personas.
Luego del almuerzo le dimos el último saludo al Papa Francisco, ya que a pocos metros de la casa estaba el helicóptero que lo llevaba de regreso a Roma. Cantamos cantos de alabanza, de alegría y de gratitud para hacerle sentir nuestra presencia y cercanía, como nos enseñó Madre Elvira.
Luego celebramos la Santa Misa en la fraternidad, celebrada por Don Andrea en el día del 13° aniversario de su ordenación sacerdotal. Encomendamos a Jesús todo lo que habíamos vivido y lo que teníamos en el corazón y luego cumplimos el último deseo que fue visitar la Santa Casa de Nazareth.
A las apuradas para encomendarle el “SÍ PARA SIEMPRE” de los votos perpetuos, a nuestra Madre Elvira, a toda la Comunidad y a todos los que nos pidieron oración.

Agradecemos al Señor Jesús y a la Comunidad el gran don de haber podido ir a Loreto a ver al Papa Francisco y encontrarnos con todos los jóvenes, siervos por amor, las hermanas, los sacerdotes y los amigos.

La gran familia del Cenacolo

 

Loreto   Papa  messa