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	V° Encuentro Nacional de Familias en España!

Valladolid18

Valladolid, 12-14 de Octubre 2018

El pasado fin de semana celebramos en Valladolid el V Encuentro Nacional de Familias de la Comunidad Cenáculo en, que comenzó el 12 de octubre, encomendados en este, su día, a la Virgen del Pilar, patrona de la Hispanidad. Es el tercer año consecutivo que la diócesis de Valladolid nos acoge para la celebración de estas jornadas de retiro y convivencia entre las familias que a lo largo del año nos reunimos en los encuentros mensuales de Barcelona, Madrid y desde este año también en Valencia. Ha sido una preciosa ocasión para compartir reunidos en el Sagrado Corazón de Jesús, la basílica vallisoletana que nos acoge, y el Centro de Espiritualidad, el antiguo seminario que fuera testigo de las revelaciones de Cristo al Beato Bernardo de Hoyos, donde recibió la Gran Promesa: “Reinaré en España”. Sin duda un lugar especial para vivir la alegría del encuentro, la paz de la oración y la renovación del Espíritu Santo que ha “soplado con fuerza” aquí en estos hermosos días.

Comenzamos el viernes por la mañana con una visita al Museo Nacional de Escultura, máximo exponente de la escultura religiosa, donde pudimos admirar las hermosas tallas de la imaginería castellana de los siglos XIII al XVIII y de los pasos de la afamada Semana Santa vallisoletana.

Dedicamos la primera parte de la tarde al sacramento de la reconciliación. El padre Gabriel presidió la celebración penitencial en la que participaron además de los sacerdotes asistentes al encuentro, varios sacerdotes más llegados para ayudar en las confesiones. Sin duda fue la mejor manera de comenzar estos días de retiro, con el corazón limpio junto al Corazón de Jesús.

Este año el tema central del encuentro ha sido “las misiones de la Comunidad”. Hemos tenido la oportunidad de conocer, más de cerca, la misión de Liberia en una vigilia que celebramos el viernes por la tarde en la Iglesia de San Ildefonso. Tras una pequeña peregrinación por las calles de Valladolid, llegamos a esta iglesia donde se inició hace más de cien años la devoción pública en España a Nuestra Señora de Lourdes. Tuvimos la oportunidad de aproximarnos a nuestros hermanos de la misión de Liberia a través del testimonio de la familia de Sonia y Ángel que colaboran con nuestra misión en África. Celebramos allí la Eucaristía en la que pedimos por nuestros misioneros y todas las personas que entregan su vida en el servicio a los demás. Tra la misa participamos en una “cena solidaria” preparada por los amigos de la Comunidad en la parroquia, en la que se recogieron fondos que, unidos a la colecta de la misa, han ido a Liberia para que sirvan de ayuda en las muchas necesidades de la misión.

Damos gracias a María que nos ha acercado, en su día del Pilar y bajo su advocación de Lourdes, a las misiones de la Comunidad, haciéndonos ampliar nuestra mirada para que podamos comprender que la Comunidad es mucho más que el lugar de sanación de nuestros hijos, que es una verdadera declaración del Amor de Dios.

En la mañana del sábado el padre Jon nos acercó al Corazón de Jesús con una catequesis en la que nos ayudó a conocer la divina humanidad de Cristo y nos invitó a consagrar nuestras familias al Sagrado Corazón.

Las jornadas del sábado y domingo las dedicamos principalmente a las catequesis y la oración. En algunos momentos nos dividimos en grupos, los adultos, los jóvenes y los niños -eramos cerca de ciento cincuenta personas- para recibir las catequesis de padre Andrea y las hermanas Mely y Rosy, venidos de Italia para la ocasión y que han sido un regalo desde el corazón de la Comunidad para las familias que hemos participado en el encuentro. Sin duda todos estábamos esperando estas catequesis que nos acercan al carisma de Madre Elvira y de la Comunidad.

Los niños también tuvieron su grupo en el que pudieron compartir momentos de entretenimiento y juegos además de una jornada catequética sobre la Creación de Dios en la que visitaron el Museo de Ciencias Naturales. Hemos podido ver cómo los más pequeños quieren implicarse más en el encuentro y esperamos que el próximo año puedan también ellos participar más en las celebraciones y con catequesis específicas para su edad.

Damos gracias Dios y a María por habernos traído y cuidado en este encuentro y por las gracias recibidas en estos días; también por tanta providencia espiritual, por haber podido contar con tantos sacerdotes y con las hermanas misioneras de la resurrección, con la calurosa acogida del obispo de Valladolid -que presidió la misa del sábado- y de la diócesis; por el lugar tan especial que es el Santuario, donde nos sentimos ya en casa, por los chicos que vinieron de las fraternidades de España que nos deleitaron con su música “cenacolina” portando la alegría de la vida en comunidad.